martes, 26 de agosto de 2008

El discurso sobre los jóvenes...


P. Marcelo González,
Doctor en Teología, Profesor, UCA, Máximo de los Jesuitas,
Claretianos de Córdoba
Época de transición epocal los nombres están en plena TRANSICIÓN. Nos debemos cuestionar si la palabra jóvenes es lo mejor para nombrarlos. En la transición epocal todos los “nombres” y reuniones pasan por un momento de transición. La era de reunir ya no es obvia.

I. El discurso sobre los jóvenes en un alto porcentaje habla más de los adultos que de los jóvenes.

Problema: ¿QUIÉN HABLA DE ELLOS?

En un marco así se toma posición.

Deberíamos partir de la idea de que cuando hablamos de los jóvenes NO SABEMOS DE LO QUE ESTAMOS HABLANDO. Es necesario romper las obviedades.

Porque:
a. La idea de juventud es bastante reciente. No va más allá de la guerra mundial. Es importante hacer una VISIÓN DIACRÓNICA. Hay diferencias a través del tiempo. Un error es poner a una época de juventud como paradigma, porque tendencialmente hablando se va a poner a la juventud de los 60 que venían del proceso de posguerra. Las juventudes que vienen después serán medidas por el modelo o patrón. Coincide que los jóvenes del 60 son los adultos de hoy, entonces… ¿quién hace el discurso? CLAVE: complejizar diacrónicamente las juventudes.
Las juventudes nacen en un momento de auge económico, porque en un momento donde cambia la forma de producir, hay que retrasar la entrada de las nuevas generaciones en el campo del trabajo.
Fenómeno BABY BOOM. Llegan al mundo una cantidad de niños y niñas desproporcionada.
¿Qué hacer?
Se produce una época de VACANCIA, se les permite a estos jóvenes estar un periodo sin trabajar y tiende a extenderse. Aumenta el momento de la capacitación.
b. LOS DERECHOS. El lenguaje jurídico crea la categoría jóvenes. Y hay derechos que se ejecutan diferentes. Hacen a las personas visibles.
c. LA INDUSTRIA CULTURAL. El mercado norteamericano crea como objeto de la producción de bienes a jóvenes, fundamentalmente la música, la ropa. En EE.UU aumenta diez veces en cinco años el consumo musical.

II. Para realizar un buen marco teórico es necesario salir del paradigma de una cultura de oro.

COMPLEJIZACIÓN DIACRÓNICA
RELACIÓN ENTRE JÓVENES Y ADULTOS

La imagen social de los jóvenes es una imagen fuertemente construida por los adultos.
El imaginario general de lo que es un joven, traído por el adulto, tiene muy poco que ver con lo que el joven está viviendo.

Los adultos tienen una cierta imagen de esta época, en general se podría decir que la imagen de esta época es de DECADENCIA. Por lo tanto, va a tomar posturas. Algunos van a decir “no hay remedio” hay que volver a lo “viejo conocido”

La salida FUTURISTAS tiende a resaltar todo lo positivo, y descartar o ignorar lo negativo. La fuga hacia delante tiene esta idea trivial de quedarse con las mejores cosas de la época y creer que todo el mundo puede hacer esto simplemente porque está disponible.

En general los adultos ponen en los jóvenes:
-EL MIEDO Y EL FUTURO. Se ponen en los jóvenes como un colectivo imaginario y los que están más cerca. Por lo tanto, es muy peligroso separar a los jóvenes de los adultos porque cuando los adultos hablan de los jóvenes están todos sus miedos y todas sus expectativas de futuro. Esto es clave para la juventud que queremos analizar porque la época de transición no sabe cómo va a ser el mañana.
El 80% de las cosas que se dicen de los jóvenes valen para los adultos.

Aquí está lo que se ha llamado vocación, que es un proyecto que abarca la totalidad y además es el aseguramiento de la reproducción social.
La inseguridad de un adulto es altísima, pero no hay lenguaje ni confianza para expresarlo por eso llegamos a decir: “los jóvenes no saben lo que quieren” y nosotros… ¿sabemos lo que queremos?

Solamente se les atribuye a los jóvenes que están interesados en el presente pero…¿quién mira a largo plazo?
Es más fácil declarar rasgos para los otros.
Los procesos de evolución de la maduración vocacional ha sido fenomenal, hay un largo camino, pero esto no se ha tematizado. Sólo cuando se adquiere confianza se logra decir “lo que creía antes, ya no lo creo más”
Hay mucha hipocresía ya que no se explicita el camino de maduración. Se prefiere volver a antiguas certezas pero ¿cuáles? todo este proceso queda en “cuestión personal”.
Para leer una crisis aparecen recursos:
PARES. La autoridad actual es la de aquel o de aquella que ya pasó por lo que me dice. Así se forman los colectivos
OFERTAS LATENTES. Mucha oferta de acompañamiento para las crisis. Por Internet blog, carteles “pare de sufrir”, etc

En general no hay un criterio… ¿quién es el primero o primera? ¿Cuál es el itinerario? Antes eran las maestras

Durante un tiempo, el dogma de los adultos sobre los jóvenes:
-EDAD DIFÍCIL.
-EDAD DE PAZ.
Siempre se imaginó la juventud como una etapa a pasar y que los jóvenes les gustaría dejar atrás. Una de las características del marco actual es que eso no pasa. Los jóvenes no quieren ser adultos o bien no tienen apuro. No lo ven como una edad que tengan que terminar rápido.
Esto representa un cambio de marco teórico. En muchos casos se esperaba que la edad difícil de los jóvenes sean unas, pero resultan ser otras.
Es un FLUJO CONTÍNUO, forma parte de un supuesto que puede ser cuestionable.

La metáfora es: La juventud no se legitima por sí, va a legitimarse cuando sea adulto, la típica pregunta “qué quiere ser cuando sea grande”. Al contrario, la juventud tiene peso por sí misma.
Este pensamiento merece trabajo a fondo.


III. Disminuyeron las mediaciones LA TRANSMISIÓN NO SE PLANTEA.

Durante siglos en España nadie se preguntaba quién enseñaba a rezar a las personas.
Recién allí se analiza que los procesos de transmisión suelen estudiarse cuando no funcionan. ¿Por qué ocurre esto? la mediación se hacía en el núcleo familiar y en el proceso de socialización primaria. En un determinado momento decidieron dejar fuera la religión en la infancia.
La vocación en general estuvo planteada como un proceso que suponía un largo itinerario., en cambio hoy no podemos suponer ni siquiera la socialización familiar.
Actualmente, cualquier lugar vocacional debería estar preparado para acompañar cualquier itinerario.
Se tiende a pensar que la transmisión exitosa tiene que ser una CLONACIÓN, esto significa que será exitosa cuanto más se parezca a mí.
La idea en una época de cambios es de no hacer CLONES, eso significa condenar el carisma transmitiendo siempre como antes.

La clonación HOY es una catástrofe.

¿Cuando tiene éxito nuestra TRANSMISIÓN?
¿CÓMO TRANSMITIR EL CARISMA HOY?
La idea es que una comunidad tiene que ser una escuela del cristianismo, porque muchas personas pueden llegar a una vocación específica sin itinerario cristiano. Hay pocos lugares donde un joven puede hacer una experiencia del cristianismo.

La escuela católica sigue presuponiendo que la religión católica es la mayoría. Del 88% el 18% tiene alguna práctica regular y de esos el 2% es practicante.
Se debe hacer un trabajo de no suposición ¿qué católico llega a un colegio salesiano?
El concepto mismo de católico es bastante crítico, ¿qué puede significar para un joven de 14 años ser católico?

En general, el trabajo espiritual del mundo juvenil es muy rico, pero hay muy pocas estructuras de lenguajes, es como si hubiera mucha agua y pocos canales. Basta ver la enorme creatividad del mundo juvenil en el ámbito de la creación digital.

(Con respecto a la distinción de católico / cristiano
La figura histórica que adquiere el cristianismo que tuvo una gran capacidad de responder a un contexto histórico, no tiene por qué repetirse clónicamente hoy)

IV. Características de la juventud contemporánea.

-Las transformaciones en la experiencia de Dios. Las culturas juveniles van a tender a crear MUNDOS DE AUTOREFERENCIA, que tienen pocos contactos del mundo adulto desde el punto de vista simbólico y que defienden como tales, lo construyen como mundos propios. Esto tiene mucha influencia en el lenguaje, en el espacio de personalización, en la corporalidad, en las formas organizativas.
Existe una fuerte necesidad de identificación y de flexibilidad identitaria.

Pareciera que todo este mundo autoreferencial está sujeto a la PRODUCCIÓN SIMBÓLICA. No sólo son activos sino que además dominan.

La idea de que los jóvenes están aislados, está presente en los padres, pero una de las originalidades de los espacios de socialización contemporáneos son los medios, SON VIRTUALES. El medio virtual los adultos lo utilizan para buscar información, en cambio los jóvenes lo utilizan para VINCULARSE. Es decir, existe una CONEXIÓN AFECTIVA.

La idea clave es pensar cómo funcionan el ESPACIO, EL TIEMPO, LOS VÍNCULOS lo que efectivamente los jóvenes hacen. Se debe volver al “campo”
EJEMPLOS: VIDEO CLIP un modo de armonizar imagen y sonido que es el inicio de un LENGUAJE.
Volver al campo es ver lo que efectivamente está haciendo el mundo juvenil.
Los jóvenes quieren identificación, es una necesidad, una búsqueda de estilo, los causes de esta búsqueda deben ser flexibles.

Relación máquina ser humano está entrando en un complejo fenómeno.

García Cantini, dice que a veces las personas ponen énfasis en que son diferentes, pero no se dan cuenta que existe desigualdad, algunos plantean que toda diferencia es desigualdad y finalmente, en el mundo contemporáneo es igual a estar conectado o no conectado.

V. CONECTARSE DESCONECTARSE
Tres significados dependientes entre si.
Se desconectan del mundo de los adultos y construyen su propio espacio.
Constituyen un espacio relacional
La música unplugged, desconectarse
Versatilidad del marco teórico.

¿Por qué volver al campo?
Por el problema de las constelaciones. En general, toda manera de nombrar que usamos están inscritas en una constelación o campo semántico.

¿En qué constelación trabaja la terminología Dios.?
Hay que trazar las constelaciones, itinerarios o trayectorias.

Si yo quiero saber cómo es la experiencia religiosa juvenil y parto del término Dios es probable que no entienda nada. Es probable que muchos jóvenes no pronuncien la palabra Dios y tengan una hermosa experiencia religiosa.
Entonces tampoco es útil la palabra RELIGIOSA, porque indica un modo de organizar la experiencia de Dios.

Hay que establecer primero una buena constelación, es decir, con qué realidades está asociado en el mundo juvenil lo que nosotros solemos llamar Dios.
Es muy probable que esté ligado a totalidad o conjunto, a la idea de orden, lo organizado.
Uno de los grandes problemas es que hay pocas experiencias de totalidad, priman las fragmentarias, las discontinuidades.
En otros términos, es probable que en una época la forma de tener una experiencia de totalidad sea por INTENSIDAD.
La idea de fragmento debe recibir una nueva dignidad los más conocidos en la forma de tratar los fragmentos son los arqueólogos que reúnen por intensidad en el fragmento. También los narradores son especialistas en fragmentos; tomando partes construyen una totalidad que no será una totalidad y el fragmento se reúne por el hecho mismo de narrar muchas experiencias religiosas.
Para llegar a la experiencia religiosa juvenil también se están utilizando las narraciones.El lenguaje tiene muchas funciones; una de ellas es la expresiva o poética, pero ¿para qué sirve narrar algo que yo quiero expresar? estrictamente no sirve para nada, sin embargo, crea una experiencia de unificación que no estaba antes de la expresión.
El tiempo que los jóvenes dedican a construir el grupo realiza la unificación.

Tercer elemento. hoy se analiza una cierta división, hay sectores que conciben a Dios como fácil y para otros difíciles.

En el mundo popular, el milagro es cotidiano, en la cultura de las clases medias es excepcional. Antropológicamente hablando significa que Dios es difícil, cuando estudia los milagros de las clases populares es distinto, los milagros ocurren siempre, llega a la conclusión que hay una matriz que lo sagrado está disponible cotidianamente. Dios es parte del escenario cotidiano y esto funciona en personas que no creen en Dios.

El mundo juvenil popular comparte la matriz de un Dios que puede actuar siempre. En cambio en la mayoría de nosotros, en la clase media, hay que hacer una enorme discusión para ver si Dios actúa.
No hay que partir del ateismo, mas bien hay muy poco agnosticismo. No parece ir por acá el problema.

VI. El peregrino y el convertido

D. Heriven Laser.¿? “El peregrino y el convertido” encuentra de los jóvenes franceses la imagen del peregrino y del convertido. Los jóvenes caminando por distintas experiencias de sentido, ninguna es el lugar de pertenencia. ¿Por qué es importante? Porque hay muchos jóvenes que no van a entender la pastoral vocacional como un elemento de pertenencia sino como un lugar para buscar.
Alguno ha llamado a esto “pertenencia múltiple”

¿Seremos capaces de construir comunidades de búsqueda de sentido, en donde las personas se queden?
La iglesia católica ha perdido el MONOPOLIO DEL SENTIDO Y DE LA RELIGIÓN
El mundo juvenil creció con una multitud de ofertas.

Uno de los elementos de la pastoral vocacional comunitaria es el “peregrino”.
Va a distinguir las dimensiones:
COMUNITARIA: NOSOTROS PERTENENCIA
ETICA: VALORES
CULTURAL: PATRIMONIO TRADICIONES
EMOCIONAL: IDENTIFICACIÓN

Las confesiones religiosas mantienen estas dimensiones juntas.
En los jóvenes que se convierten al cristianismo, ella encuentra la continuidad que suelen funcionar de a PARES QUE SON EL EJE Y LAS OTRAS SON SATÉLITES sin darles ninguna importancia.

-Ella dice que hay personas que combinan lo emocional con lo comunitario. Lo primero que se activa del cristianismo es la dimensión emocional, se activa la intensificación emocional de una experiencia juvenil, que con el correr del tiempo pasan a formar algún tipo de comunidad pero no se preocupan por los valores éticos de la comunidad.
-Lo cultural y lo comunitario. Los jóvenes se fascinan con el patrimonio cultural de una comunidad. La experiencia de pertenecer a un colectivo con una historia y pasan de la experiencia de encontrarse con un patrimonio y luego se queden en la comunidad.
Ej: cuando un grupo muy fuerte de jóvenes descubre la tradición católica francesa.

-El emocional ético. Comienzan por una emoción de angustia ante la injusticia y de allí realiza un compromiso ético con el aquí y el ahora.
Otros
-comunitario ético
-comunitario emocional

VII. Pastoral Modular
Ella da en el clavo en el pensamiento MODULAR. Habría que tratar de construir itinerarios típicos. Hacer un nuevo cuadro semántico de la palabra Dios.
Tener una pastoral modular, con algunas modificaciones posibles con ejes que van a pasar a primer plano a partir de la religiosa real.
Ej: muchas personas entran a un proceso vocacional con una causa que es secundaria al carisma. Como es el eje de entrada y como se van reconstruyendo los ejes posteriores.
¿Cuál es el patrimonio con el que llega? ¿Cuáles son los lugares de sentido donde los jóvenes están trabajando?
Que se den momentos de rica búsqueda sin canales ni lenguajes.

A partir de la experiencia francesa va a mostrar que hay momentos de la historia en que la gente EMIGRA SUS CREENCIAS.
En el campo de lo religioso es posible que se esté dando una búsqueda de sentido pero es probable que no haya lenguaje ni canales para expresarlo.

Piensen en todas las cosas que tienen que ver para que uno crea que le puede llegar una LLAMADA. No necesariamente tienen que ser auditivas, Israel ha privilegiado el oído, es probable que la única matriz no sea la vista.

Ejemplo: las confesiones actuales no pueden mantener juntas las cuatro dimensiones.
El cristianismo ya no controla el uso de sus propios símbolos, sino que flotan. Ej: el uso de la publicidad con el crucificado.

El Hombre Joven de Hoy...


ILUMINACIÓN SOBRE EL HOMBRE JOVEN DE HOY, SU DIMENSIÓN VOCACIONAL, IMAGEN DE DIOS HOY, LA IGLESIA, COMUNIDAD CRISTIANA HOY.
P. Marcelo González,
Doctor en Teología, Profesor, UCA, Máximo de los Jesuitas,
Claretianos de Córdoba.


El tema es la cuestión de los jóvenes y la experiencia de Dios desde el ámbito vocacional.
Parto del enfoque teológico que dice que la cuestión del abordaje del tema es parte del problema. Si yo nombro mal el problema, la solución que concluya será peor que el problema.

Esta época es de transición epocal y la cuestión de los “nombres” es, en una etapa así, clave. Todos los “nombres” y las “reuniones” pasan hoy por un momento de inestabilidad. No dan cuenta ya de la realidad. Nombrar y reunir cuesta mucho en una época de transición. En el caso de los “jóvenes”, lo primero es hablar sobre quién habla de ellos, vale decir, hay que hablar de los adultos.

1. Lo mejor es partir de la idea de que no sabemos nada del tema jóvenes.

- Este tema es reciente; la “juventud” como tema y como grupo social no supera la edad que tiene el período posterior a la segunda guerra mundial. Además, hay diferencias diacrónicas respecto a lo que se entiende por jóvenes.
- Si se pone a la juventud de “los sesenta” como paradigma, las juventudes que vengan después se compararán con las de esa época y eso, en general, las desfavorece. Y resulta que los jóvenes de los 60 son los adultos de hoy. Por tanto conviene “complejizar diacrónicamente las juventudes”.

Tres cosas importantes al respecto:

1) El tema de la juventud coincide con un momento en que las relaciones de producción han cambiado. En la posguerra se produce un “baby bomm” que aumenta mucho el número de niños y jóvenes que quieren tener un lugar en este mundo, particularmente en el trabajo. Y como no hay trabajo suficiente y condiciones para dárselos, se produce una “vacancia”, que tiende a prolongarse: los niños pasan más rápidamente de la infancia y los adolescentes y jóvenes se demoran más en pasar a la vida adulta.

2) La cuestión de los “derechos” de los jóvenes. El reconocimiento jurídico es clave para que las personas sean visibles; así las personas, los jóvenes y sus derechos se legitiman.

3) La industria cultural: el mercado, especialmente norteamericano, crea como objeto de la producción a los jóvenes: discos, ropa, aparatos electrónicos, etc.

Por tanto:

1. La definición de la juventud no puede pasar por alto todo esto. Un buen marco teórico debe desprenderse de los paradigmas clásicos y ponerse ante la realidad no ya de la juventud, sino de “las juventudes”.

2. Un buen marco teórico debe clarificar bien qué es lo que piensan los adultos de los jóvenes. La imagen social de los jóvenes es creada principalmente por los adultos. Y es así que, lo que se dice de los jóvenes tiene poco que ver con lo que realmente viven y son los jóvenes. ¿Por qué?
· Porque los adultos tienen una visión decadentista de esta época. Y para salir de esta situación una posibilidad es volver al pasado donde marchaban bien las cosas.
· La otra salida es la futurista; una fuga hacia delante: quedarse en este mundo nuestro que sería el mundo de las pluralidades, un mundo de nómades, el mundo de la diversidad.

Si la visión es decadentista, la visión de los jóvenes será claramente sesgada y negativa. Se pone en los jóvenes los miedos al futuro que tienen los adultos. No conviene, pues, separar mucho a los jóvenes de los adultos al querer hacer un buen marco teórico.
La época de transición no sabe cómo va a ser el mañana. La mayor parte de las cosas que se dicen de los jóvenes corresponden a los adultos.
La vocación es un Proyecto de vida, pero también es la reproducción social de una Institución. “Nadie se queda en el monasterio por la misma razón por la que entró”, dice Mamerto Menapache. Los adultos dicen que los jóvenes no saben, por ejemplo, de vocación ni de futuro y en realidad lo que están diciendo es que ellos, los adultos, tienen grandes miedos y enormes inseguridades frente al futuro.
Entre lo que nosotros pensábamos al inicio de nuestro camino vocacional y lo que pensamos hoy ha habido un cambio muy grande; lo mismo les pasa a los matrimonios. Y estos procesos de cambio, que son procesos de maduración, no se explicitan y quedan para la intimidad. Cuesta mucho crear ámbitos de confianza para que salga todo esto. Antes era más fácil reconocerse en crisis porque toda la sociedad y la Iglesia se sabía en esa situación, pero hoy, que hay volver a establecer seguridades y dar certezas, de crisis, sobre todo institucionales, ni hablar.
Hoy hay una gran atención a las ofertas latentes y explícitas porque hay una gran necesidad de ayuda. Muchas veces se busca respuestas anónimamente en curanderos, sectas, blogs, etc.

Idea de la juventud: “una edad difícil y que pasa. Una edad que los jóvenes quieren pasar rápido”. Pero entre los jóvenes de hoy no quieren ser adultos. Esto es importante en el tema vocacional porque se supone que el proceso lleva a salir del proceso tomando una decisión responsable que es propia de un adulto. Resulta que las edades de los jóvenes ya no son las que eran; las cosas se adelantan o se retrasan. También muchos adultos, y no sólo los jóvenes, quieren permanecer como son.
Esto está implicando que pensar que la juventud no se legitima por sí misma es equivocado. El niño, el joven no deben dejar de serlo para legitimarse; ellos son y son presente. No valen sólo porque van a ser adultos. De lo contrario, se les exige a ellos lo que es propio de grandes y que resuelvan ya los problemas que están viviendo recién sus padres.
2. Hoy aumentaron las mediaciones. La transmisión no se plantea.

Los procesos de transmisión se estudian porque no funcionan. Ejemplo: en la España de antes, la iniciación a la oración se hacía en el ámbito familiar y en los ámbitos de la socialización primaria. Hoy, no sucede como antes. La vocación se planteaba después de un largo proceso en la familia, en la escuela, en la Iglesia. Hoy, ¡cualquier lugar vocacional debería estar preparado para acompañar cualquier itinerario! Sin embargo, a menudo se considera que la transición más exitosa es la clonación: Ejemplo: los profesionales consideran que sus hijos deben ser profesionales. Hoy, lo mejor que se puede hacer, por estar en una época de cambios, es precisamente ¡no crear clones! Lo contrario, es no creer en la contemporaneidad de la presencia de Jesús en toda época. Martín Velasco nos interpela a ser capaces de superar la tentación de clonar personas y a ser capaces de aguantarnos eso. Superar la tentación de clonar cristianos y vocaciones.

¿Cómo debe, pues, hacerse la transmisión carismática? Antes que nada siendo, en primer lugar, escuelas de cristianismo. No hay que suponer nada; ni siquiera, por supuesto, si los jóvenes son católicos o no. No suponer tampoco que de por sí son “secularistas”. Hoy el mundo interior de los jóvenes es riquísimo, pero carecen de los lenguajes para comunicarlos; están privilegiando el mundo de las artes y de las nuevas tecnologías para expresarse.

Hemos hecho más una transmisión del catolicismo y no del cristianismo; de las creencias y no de la fe. Hoy es necesario investigar que significa la secularización que le atribuimos a nuestra época. Las suposiciones que se hacen llevan a la invisibilización de ciertos procesos. Ejemplo: suponer que toda la sociedad de la Edad Media fue cristiana y católica.

Algunas características de la juventud contemporánea

Las culturas juveniles van a tender a crear mundos de autorreferencia que se retroalimentan a sí mismos y que tienen poco contacto con el mundo simbólico de los adultos. Esto tiene muchas expresiones en el lenguaje, en los espacios de socialización, en la corporalidad y en las formas organizativas. Dos rieles por donde avanza esta forma cultural: la identificación y flexibilidad identitaria.
Es frecuente entre los padres la idea de que los jóvenes están aislados. Pero una buena parte de los espacios de socialización de los jóvenes están en los medios. Los adultos usan los medios para buscar información; los jóvenes los usan para vincularse. La conexión es afectiva: se intercambian fotos, se exponen unos a otros. No son comunicaciones de a uno; son espacios colectivos, comunidades virtuales. Trabajan sobre el propio cuerpo (piercing, tatuajes).
Hay que volver pues, al campo; vale decir hay que entrar en ese mundo, poniendo entre paréntesis nuestras interpretaciones que suelen ser rápidas y superficiales. Ni están, pues, aislados ni son pasivos. Nacen lenguajes nuevos, sofistificados: la mejor ilustración de esto es el video clip: las imágenes no tienen conexión, pero el hilo conductor lo da la música.
Los jóvenes quieren identificarse y desindentificarse. Los cauces para esta identificación son flexibles. Los límites en la relación máquina-ser humano como la relación animal-ser humano, no son tan claros. Estos jóvenes son, según, Néstor García Canclini, “Diferentes, Desiguales y Desconectados”. Mapas de la interculturalidad, Editorial Gedisa, Buenos Aires, 2004. ¿Cómo “reunirlos”, pues, respetando toda esta diversidad? Una de las formas es hacer “historias de vida” (Ej. Trabajo de Tonelli y Midali). No desaparece el marco teórico, pero se pone como pregunta; no como teoría sino como hipótesis.

Las transformaciones de la experiencia de Dios.

Hay que aclarar entes que nada un término: el de las Constelaciones que constituyen un campo semántico. Ej.: al estudiar la monarquía en Israel, el rey aparece conectado con los profetas y con Dios. En otros textos, aparece conectado con el Mesías que ha de venir.

También es necesario recorrer distintos Itinerarios y trayectorias:
No siempre la palabra religiosa remite a la experiencia religiosa. Hay jóvenes que no hablan de Dios, pero tienen una rica experiencia religiosa. A veces lo que se rechaza son las formas en que están organizadas las constelaciones en torno al término, pero no a Dios. En las formas tradicionales de comprender la idea de Dios está ligada a la idea de totalidad, de orden, de lo claro. Pero justamente, en una época de transición lo que menos hay son experiencias de totalidad; se vive en el fragmento. Es probable que la manera de tener experiencia del todo sea más por intensidad que por extensión. Se presenta un Dios de baja intensidad mientras los jóvenes están viviendo muchas experiencias de alta intensidad. El todo de Dios se ofrece en fragmentos: Jesús, judío del siglo I, crucificado y fragmentado. Dios se presenta siempre como lo contrario de lo que es: impotente, pasible, limitado, pobre. Buenos ejemplos de quienes aprender para abordar estas realidades, son los arqueólogos y los narradores. Estos últimos recurren a la función expresiva del lenguaje: el tiempo que los jóvenes emplean para construirse como grupo es un elemento de religiosidad.
Para algunos Dios es fácil y para otros es difícil: en la cultura popular los milagros son cotidianos, pasan siempre, porque Él está siempre disponible. El mundo juvenil comparte la idea de que Dios puede actuar siempre. En las otras clases la disponibilidad es más complicada. Se recurre más a mediaciones.
En el mundo juvenil no hay que partir suponiéndolos ateos; hay muy poco agnosticismo juvenil; aparecen si éticamente contradictorios.
Daniel Herviu Leger, en el “El peregrino y el convertido”, dice que estas son las experiencias más comunes de la religiosidad de juvenil francesa. Caminan en experiencias de sentido pero no permanecen en ellas; algunos hablan de “pertenencias múltiples”. Como hacían los pueblos originarios en A. Latina que no rompían con sus creencias al pasar al cristianismo sino que sumaban lo que tenían con lo nuevo. La Iglesia Católica ya no tiene el monopolio del sentido entre los adultos ni mucho menos entre los jóvenes. Puede que en algunos casos la Iglesia no sea más que una estación de paso. Y hay que asumir eso.
Hay jóvenes que vuelven a las prácticas creyentes y hay otros que nunca las tuvieron que vienen al encuentro.
En esto hay que distinguir las siguientes dimensiones:
- Comunitaria: tiene que ver con un nosotros, con la pertenencia.
- Ética: valores ligados a lo religioso.
- Cultural: el patrimonio: todo lo que una cultura tiene y no sólo lo propio de un museo.
- Emocional: la identificación.
Dos propuestas de H. Berger:

Cualquiera sea la oferta religiosa, mantiene juntas estas dimensiones.
Pero en los jóvenes hay normalmente dos de ellas que hacen de eje y las otras giran en torno a ellas como satélites. La religión cristiana ya no controla el uso de sus propios símbolos. Flotan. Ya no son sólo interpretados por la Iglesia sino que hay múltiples otras interpretaciones que pueden reinvindicar una parte pero no el todo. Se apropian de algunos elementos y dejan otros.
Hay personas que han tenido una práctica religiosa y la han dejado a quienes de pronto se les activa su dimensión emotiva y que después pueden llegar a retomar la dimensión comunitaria. A otros, les hace sentido el patrimonio cultural de la institución eclesial y se incorporan también a su expresión comunitaria: Ejemplos del eje cultural-comunitario.
El eje emocional ético: jóvenes que experimentan una gran irritación ante la injusticia y adhieren a la propuesta ética cristiana.
Hay pues que proponer algunos itinerarios típicos que combinen algunos de estos ejes, a partir de la experiencia religiosa real.
Muchas personas entran a un proceso vocacional por una causa que es secundaria, que luego de un tiempo se sienten desajustadas. Hay que hacer un nuevo cuadro semántico de lo que significa la palabra de Dios.
Hay que hacer una nueva búsqueda de canales de sentido. El mayo francés es el inicio de la toma de conciencia de que todas las instituciones dadoras de sentido han comenzado a dejar de darlo.