El 3 de abril en la Villa 21 de Barracas, Buenos Aires, el equipo de Sacerdotes de Villas de Emergencia dio a conocer el informe "La droga en las villas: despenalizada de hecho".
En el documento aseguraban que en las villas, a la droga "se la puede tener, llevar y consumir sin ser molestado". Y que los habitantes jóvenes son las primeras víctimas. Además, se preguntaban: "¿Ministros y jueces conocen la situación en nuestros barrios? ¿Han dialogado con el hombre común de la villa? ¿Se han sentado a elaborar con ellos proyectos liberadores -la droga esclaviza- o simplemente se piensa en implementar recetas de otras latitudes?".
Veinte días después, durante la misa anual por la educación, el cardenal Jorge Bergoglio denunció amenazas a uno de los sacerdotes que firmó el comunicado sobre la despenalización de hecho de las drogas en las villas. "Sabemos que estas amenazas no son chaucha y palito... no sabemos en qué va a terminar", dijo.
Al otro día, el cura amenazado, el padre Pepe, contó que en la Villa 21 le dijeron: "Rajá de acá, te la tienen jurada y vas a ser boleta". "No fue una simple amenaza, fue una amenaza de muerte", declaró el sacerdote.
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Los sacerdotes con trabajo religioso en las Villas de Buenos Aires firmaron una Carta Pastoral. Es decir, llamaron la atención a la sociedad sobre las penosas condiciones en que se encuentran muchas personas por el flagelo de las drogas y lo expuestas que están en lugares sin la debida atención estatal como las villas miserias.
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¿Qué opinas de la noticia? ¿Qué relación podés encontrar con el llamado que hace la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) de respetar la dignidad humana? ¿Por qué se mezcló la política en éste tema? ¿Es ello inevitable? ¿Por qué? ¿Te parece que en Formosa puede estar pasando lo mismo? ¿Por?
