jueves, 19 de julio de 2007

Un tren en Europa

Es un ejemplo de los contrastes que existen con el primer mundo: no sólo cómo se viaja y el estado de los trenes, sino cómo responde una empresa ante una demora de una hora durante un trayecto.Llegó a la estación de trenes de Bologna, en Italia, con el objetivo de sacar un ticket para ir a Roma, hace unos seis meses. Compró el pasaje y emprendió el viaje, de aproximadamente cuatro horas."En la mitad del trayecto, el tren quedó varado aproximadamente una hora, por problemas técnicos, supongo", contó a Infobae.com, Gustavo, el argentino de 26 años que protagonizó el episodio y prefirió no revelar su apellido.El joven esperó los 60 minutos en el tren que se encontraba en impecable estado, sin que este hecho le produjera enojo de ningún tipo. Cuando llegó a Roma, le recomendaron que hiciera una fila para asentar el reclamo por la demora."La mayoría de la gente se fue, sin hacer la cola, enojada, tirando el boleto. En mi caso, esperé sin pensar que eso iba a tener algún resultado", dijo. Su intención era ver cómo funcionaba el reclamo en Europa, acostumbrado a la experiencia de viajar en los trenes del país del que es oriundo."Hace unos días, me llegó un sobre de la Banca Popolare di Sondrio con una indemnización de casi 30 dólares por aquel retraso del tren del que ya me había olvidado, por supuesto", cuenta todavía sorprendido.El sobre, que llegó a su domicilio en Capital Federal, contiene una carta y un cheque a cobrar aquí en el país. "Se trata de un reembolso de 20% del valor del ticket por la espera. En este caso, era un boleto de primera, que todo el mundo tiró a la basura".-
El debate está abierto sobre todo porque en Argentina esto no sucede y es todo lo contrario.-

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